Más de 50 voluntarios, en su mayoría empleados y familiares de la cervecera aragonesa, han participado en una primera plantación de árboles en la localidad oscense de Vicién. Más de 2.500 especies como espinos, encinas, sabinas, pinos, manzanos, almendros e higueras silvestres volverán a poblar el Cerro de San Gregorio, donde se ubica la ermita y casa del santero datadas en el siglo XVII. Este enclave sufrió los avatares de la guerra civil donde los árboles se emplearon para leña y como defensa. Luego, los procesos de erosión, el pasto y paso de ganado, acabó afectando a la morfología del terreno y a la vegetación existente, creando un espacio yermo.
Las diez hectáreas recuperadas se sumarán a los otros dos Bosques Ambar en Aínsa y en Peñaflor con más de 3.000 árboles plantados. En palabras de Enrique Torguet, director de comunicación de la cervecera, “queremos devolver la vida a este cerro y convertirlo en una zona de disfrute para los vecinos y visitantes de todo Aragón”.
La localidad forma parte de las rutas recuperadas por el Gobierno de Aragón para recordar los escenarios históricos de la Guerra Civil. Por tanto, será una zona verde pública que se verá a muchos kilómetros a la redonda y desde otros pueblos. Para el alcalde de Vicién, Sergio Moreu, “los caminantes y ciclistas verán un esfuerzo interesante el llegar a la cima compensado por la calidad de las vistas en sus cuatro puntos cardinales”.
El papel de los bosques
Este bosque quedará registrado en la oficina del cambio climático del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD). Es una de las actividades del proyecto “Ebrovida” que Ambar está desplegando y con el que, en palabras de Torguet, “ayudará a mitigar el cambio climático, capturando y almacenando 305 toneladas de CO2, además, la reforestación generará biodiversidad y riqueza natural en la zona”.
En los últimos años, los vecinos de Vicién y su alcalde han desarrollado algunas campañas de reforestación por el término municipal, así como en el cerro consiguiendo en éste muy poco éxito, aunque sí pueden observarse unas pocas encinas de grandes dimensiones. “Esto es debido a la dureza y rigor del subsuelo, así como a las duras condiciones atmosféricas y a la falta de agua disponible. Cada terreno necesita un equilibrio ambiental, por eso se seleccionan y colocan minuciosamente las especies que tendrán mayor impacto” destaca Pedro Pérez de Ayala de ReTree, empresa encargada de la plantación que finalizará en noviembre de este año.
Los voluntarios de la empresa y los consumidores “activistas” de la marca que han realizado esta primera plantación han disfrutado de un almuerzo en el bar de la localidad donde han recibido el agradecimiento de los vecinos que el próximo 9 de mayo celebrarán, como todos los años, la romería a la ermita de San Gregorio, donde ya se dejarán ver las primeras plantas, arbustos y árboles.
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