Más de 100 personas han participado en una nueva plantación de árboles en el vedado de Peñaflor, a tan solo 20 km de Zaragoza. Con el asesoramiento profesional de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), ha sido el voluntariado de Ambar integrado por empleados y familiares junto a medio centenar de consumidores quienes han realizado las tareas de repoblación. Posteriormente voluntarios de la empresa y “activistas” de la marca han podido disfrutar de un picnic en la ermita de San Cristóbal.
Este nuevo Bosque Ambar en Peñaflor, se suma al que ya realizó la cervecera en noviembre pasado en Aínsa cuando se plantaron cerca de 2000 encinas en La Serreta, zona muy próxima a la localidad altoaragonesa. Ambas acciones se enmarcan en el proyecto EBROVIDA AMBAR.
“Es nuestro compromiso con la ciudad y con la sostenibilidad” ha manifestado Enrique Torguet, director de comunicación, relaciones institucionales y ESG. “Queremos proteger la biodiversidad de nuestro entorno y generar un impacto positivo como parte de la sociedad en la que vivimos”.
En la zona donde se ha intervenido se asentó en tiempos pasados un bosque mixto mediterráneo constituido con pino carrasco, sabinar albar y carrascas, acompañado por un rico sotobosque de más de 250 especies diferentes de arbustos. Además, allí anidan muchas aves como los milanos o el águila real.
Más sobre proyecto Ebrovida www.ambar.com/ebrovida
Apuesta por la sostenibilidad
Grupo Agora, al que pertenece cervezas Ambar, integra en su actividad empresarial los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) e impulsa acciones para reducir la huella de carbono, la economía circular y la mejora en el uso de recursos en sus instalaciones fabriles. Recientemente recibió el sello medioambiental Zero Residuos en sus fábricas y elabora sus cervezas con el 25% de energía solar, para ello cuenta con una de las mayores instalaciones sobre techumbre de Aragón con más de 4000 placas solares.
Además, impulsa el uso del retorno de envases que en el caso de la hostelería se eleva al 85%. Recientemente sustituyó las tradicionales anillas de plástico que agrupan las latas por cartón 100% biodegradable que supuso una reducción del uso de 5 millones de anillas, más de 15 toneladas de plástico anuales.
Ambar ha impulsado en su trayectoria distintas actividades medioambientales entre las que destacan desde 1997 las catorce ediciones en favor de especies animales amenazadas realizadas con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, por las que recibió los premios Félix de Azara de la Diputación de Huesca en 2004 o el premio Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en 2010. Además, fue socio fundador del primer eco-fondo en España promovido por la Fundación Ecología y Desarrollo y gestionado por Renta 4 cuyo objetivo era invertir éticamente en proyectos que favorecen una sociedad más solidaria y sostenible.
